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Tz’apiq’ij, un Tiempo Sagrado de Introspección

El pueblo Maya es reconocido por ser los grandes contadores del tiempo, destacando por la extraordinaria precisión de sus calendarios, lo cuales son elementos fundamentales para la vida y desarrollo dentro de esta tradición. Entre ellos, el Sagrado Cholq’ij es el más conocido, este calendario es la base del mundo Maya y es la guía que cuenta la influencia que tienen las energías en cada día y cómo nosotros nos relacionamos con ellas a través de nuestra energía personal. A su vez, el Cholq’ij se entrelaza con el Cholhaab’, un calendario que marca el año solar de 365 días, señalando solsticios, equinoccios y eventos naturales que afectan a la Madre Tierra y a nosotros. Además, el Cholhaab’ indica los ciclos de cosechas, cultivos y el Mam "cargador del año", la energía encargada de sostener y guiar cada año.


El Cholhaab’ está formado por 18 meses de 20 días cada uno, más un mes de 5 días. Cada mes lleva un nombre que refleja la energía que influye en ese periodo. El último mes de cinco días lleva el nombre en idioma Maya K’iche’ de Tz’apiq’ij, que se traduce como "cerrar la puerta".

Ahora estamos por iniciar el mes Tz’apiq’ij (también conocido como Wayeb’), un período ceremonial de gran importancia que nos invita a la introspección y reflexión, a sumergirnos en lo más profundo de nuestro ser para revisar nuestras vidas y explorar el propósito de nuestra existencia. Los cinco días del Tz'apiq'ij nos regalan el espacio-tiempo para que podamos estar con nosotros y poder practicar sin influencias externas una revisión honesta de nuestras acciones, lo que nos ha sucedido tanto por nuestra intervención como por los eventos que surgieron sin esta, reconociendo los aspectos positivos y negativos. Es una oportunidad para conocer nuestras emociones, identificar lo que queremos cambiar y proyectar cómo será nuestra vida en el nuevo ciclo que comenzamos.


En la tradición Maya esta es una práctica que se realiza cada año y las proyecciones que se hacen son para un período de 360 días. Durante los cinco días de Tz'apiq'ij tratamos de llevar una dieta liviana, limpiamos nuestro entorno, pedimos perdón y perdonamos, realizamos rituales que nos lleven la purificación de nuestro ser integral: físico, mental, emocional y espiritual, cerrando así la puerta al año que finaliza para proyectar nuestro destino y resurgimiento en el año que está por iniciar.


Los días del Tz’apiq’ij siguen estos preceptos: revisar, reconocerse, aceptar, definir y proyectar nuestro resurgimiento y renovación. Adentrarse en el Tz’apiq’ij implica realizar un trabajo consciente, teniendo la sinceridad de encontrarnos con nosotros mismos. Aquí, no hay lugar para mentiras, explicaciones ni excusas; estamos cara a cara con nosotros y es el momento de tomar decisiones y reconfigurarnos.


*En el idioma Maya Yucateco, el mes Tz’apiq’ij se conoce como Wayeb’, que significa descansar, dormir, soñar, morir y transformarse. 

*En Maya clásico, la palabra era Wayhaab’, interpretada como el descanso del año, el dormir del año para un nuevo renacer.



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